Las empresas de transporte del país trabajan
fuertemente en la gestión sobre los Insumos Críticos para el transporte,
haciendo énfasis en el consumo de combustible, el cual representa hasta el 45%
de los costos de operación. La importancia que representa la realización de
mantenimientos preventivos para asegurar un rendimiento óptimo de los equipos y
sobre todo, para el aseguramiento de su disponibilidad es lo que analizaremos.
Cuando definimos Mantenimiento Preventivo,
hablamos de un proceso de mantenimiento en el cual se busca mantener las
condiciones óptimas de operación de un equipo o máquina, evitando que el mismo
salga de disponibilidad por fallas puntuales o que sus costos de operación se
eleven debido a un menor rendimiento. Este proceso habitualmente conlleva el
cambio de piezas de corta duración, como filtros, correas u otros; además de la
renovación de algunos insumos para el vehículo, como el Aceite de Lubricación
de motor o el Aceite de Lubricación de la caja de cambios.
Al llamarse mantenimiento
preventivo, este proceso también implica una revisión completa del desgaste de
todas las partes y piezas mayores del vehículo, buscando establecer si el
desgaste que estas han tenido hace necesario su reemplazo, de forma de evitar
una falla que genere una detención en la operación del equipo.
Habitualmente existen decisiones
que se deben tomar con respecto a este proceso que son de discusión en la
Industria: Externalizar el servicio de mantenimiento o realizarlo internamente;
como así también, cuál será la frecuencia del mantenimiento, ya que esto
afectará a la disponibilidad del equipo.
En cuanto a la decisión de
externalizar o no el servicio de mantenimiento, esta decisión tiene una serie
de variables que son importantes poner sobre la mesa. La primera, obviamente,
es el costo. Esta es, en muchos casos, la variable que más se observa cuando se
toma esta decisión. Es altamente probable que los costos de mantenimiento bajen
sensiblemente al externalizar este servicio, ya sea con la propia concesionaria
que nos vendió el equipo como con otras empresas dedicadas exclusivamente a
este servicio, tomando en cuenta que el “core business” de estas empresas es el
servicio de mantenimiento. Adicionalmente, el personal de estas empresas se
encuentra especializado en el vehículo que estamos operando, lo que permitirá
una extensión en la garantía del vehículo y un mayor respaldo en cuanto a los
trabajos realizados.
Lo que se debe establecer
claramente en cualquier tipo de contrato por mantenimiento tiene que ver con el
Nivel de Servicio comprometido por la empresa prestante del mismo, ya que se
deben asegurar tiempos de servicio para mantenimiento, el uso de repuestos
adecuados, la frecuencia del mantenimiento y con qué anticipación se debe
planificar este proceso, para lograr quitar el equipo de disponibilidad en un
momento en que no genere un efecto demasiado dramático sobre la operación en la
que el vehículo participa.
Adicionalmente, existen
situaciones donde empresas de transporte prestan servicio en zonas del país que
no son habituales para ellos, y en las que, por ende, no cuentan con una
infraestructura propia que permita realizar los mantenimientos. En estos casos
muchas veces parece inevitable llegar a realizar el mantenimiento a un
proveedor externo, sin embargo, pueden establecerse contratos de servicio sobre
los mantenimientos habituales, moviendo la flota hacia la infraestructura
propia de la empresa para los mantenimientos mayores.
En cuanto a la internalización de
los procesos de mantenimiento, existen una serie de aspectos muy relevantes a
tener en cuenta:
Personal: La idoneidad del personal es un aspecto crítico en el
mantenimiento, no sólo en cuanto a sus capacidades técnicas, sino también en
cuanto a las condiciones de seguridad con las que opera el vehículo. El
personal de taller debe tener la autoridad suficiente para quitar un vehículo
de disponibilidad cuando su estado no permite su circulación en condiciones
mínimas de seguridad.
Compras: Se debe mantener un stock de repuestos mínimos que permita
mantener bajos tiempos de mantenimiento, para esto se deben mantener
estadísticas, sobre todo a través de la generación de órdenes de trabajo, donde
sea conocido el consumo de los distintos repuestos o insumos para los
vehículos. Adicionalmente, es muy importante que el proceso de compra tenga que
ver con los productos correctos para los vehículos que estamos utilizando, y
adicionalmente, que se haga de forma de que los costos de estos sean
interesantes para la empresa.
Proceso: El hecho de que estemos realizando el mantenimiento fuera
de la concesionaria no significa que no lo hagamos de acuerdo a los
requerimientos establecidos por el fabricante del vehículo, por esto es
importante poder pactar un entrenamiento del personal de taller con el
fabricante del vehículo o su representante en el país, como así también la
utilización de los manuales de mantenimiento correctos.
Frecuencia: Finalmente, está la decisión sobre la frecuencia de
mantenimiento preventivo. Esta decisión es importante sobre todo en cuanto al
Nivel de Servicio que la flota prestará en la operación. Si la frecuencia es la
óptima de acuerdo a lo requerido por el fabricante, el Nivel de Servicio de la
flota debiera ser también óptimo.
En este sentido tenemos algunas
opciones, la más utilizada es la de Mantenimiento
Programado: este es aquel
mantenimiento que se programa de acuerdo a una cantidad de kilómetros
recorridos por el vehículo, o a una cantidad de horas de uso del equipo, o
también a un período de tiempo establecido. Conocer las condiciones de
operación del vehículo es muy importante para definir cuál de las variables
será la que defina que el vehículo pasa a mantenimiento.
Otra opción es la del Mantenimiento Predictivo, en la que se
utiliza la generación de estadísticas de mantenimiento para definir en qué
momento será necesario detener el vehículo para pasarlo a mantenimiento. Este
tipo de mantenimiento requiere de un conocimiento acabado del vehículo y de la
vida útil de sus repuestos, y es en este proceso donde toma mayor relevancia el
manejo de la información generada durante los procesos de mantenimiento. En
este sentido el registro, ojalá digital, de toda la información del
mantenimiento es vital: Los repuestos utilizados, la cantidad de insumos, los
trabajos efectivamente realizados, entre otras informaciones, permitirán
predecir con exactitud la necesidad de mantenimiento.
Finalmente, y sobre todo para
operaciones con un menor margen de rentabilidad y mayor presión por la
operación, se ocupa el Mantenimiento de
Oportunidad, el cual hace referencia a detener el vehículo “cuando se
pueda”, es decir, cuando la operación efectivamente lo permita. Es pertinente
comentar que este tipo de Mantenimiento es el que probablemente nos generará un
mayor dolor de cabeza, llevándonos al tipo de Mantenimiento que todos queremos
evitar, el Mantenimiento Reactivo,
el cual es aquel que, como bien indica su nombre, nos lleva a reaccionar en
contingencia, ya que el vehículo se detuvo por una falla mecánica y quedó fuera
de operación sorpresivamente, lo que nos generará una baja en la disponibilidad
de flota y por ende, un menor nivel de servicio hacia los clientes.
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