viernes, 18 de agosto de 2017

Vehículos de Soporte, características para diferentes operaciones

Los vehículos de soporte cumplen hoy un rol muy importante en las operaciones de transporte, desde el movimiento de personal de apoyo, como Supervisores o Prevencionistas, hasta tener la capacidad de prestar asistencia técnica en ruta. Cada funcionalidad requiere de características especiales en los vehículos utilizados. Analizaremos estos diferentes tipos de vehículos para entender la mejor utilización de cada uno de ellos.

Existen diferentes tipos de vehículos para el soporte de operaciones de transporte en terreno, y estos diferentes vehículos se han diseñado pensando en resolver situaciones específicas, de éste y otro tipos de operaciones.
Las camionetas tipo pick-up, con cabina simple o doble, es un vehículo con su zona de carga abierta, y habitualmente con capacidad de carga de entre 1 y 2 Toneladas. Estas características las hacen especialmente aptas para el movimiento de trabajadores o de personal de supervisión de manera segura y confortable, pero también permiten trasladar productos de gran tamaño, como neumáticos u otros tipos de repuestos, entre diferentes bases de transporte o incluso hacia algún punto en la ruta donde sea necesario acercar estos insumos.
Por otro lado, son vehículos adaptables a diferentes tipos de terreno, sobre todo en su versión 4x4, y hoy en día ya se comercializan versiones completamente adaptadas para su funcionamiento dentro de faenas mineras, contando con todo el equipamiento necesario (barra antivuelco internas y externas, pértiga, baliza y otros requerimientos). Esta capacidad de adaptación a terrenos difíciles no les genera una falta de adaptación a la ruta, por lo que también puede ser utilizada para realizar seguimientos durante el viaje o controles en puntos específicos del camino, sin embargo, si el vehículo sólo será utilizado para este tipo de tareas se recomienda incorporar la versión 4x2 o de tracción simple, considerando los costos de mantenimiento y el consumo del motor.
Con cada vez más confort, son también una opción viable para el personal de áreas comerciales o de gestión de ventas, que en algunos casos deban acudir a puntos de difícil acceso. Incluso en este caso existen muchos usuarios de este tipo de vehículos que mencionan su diseño y presencia como una ventaja de imagen ante potenciales clientes, sobre todo de empresas de servicios logísticos o de transportes de carga, así como también de productos y servicios asociados.
Como principal desventaja de este tipo de vehículos es su incorrecta utilización, ya que en muchos casos son incorporadas y durante toda su vida útil raramente se utilizan sus aplicaciones de doble tracción o de suspensión reforzada. Se debe tomar en cuenta que para aplicaciones específicas de ruta o incluso de trabajo urbano, existen otros formatos de vehículos que pueden ser mucho más convenientes, sobre todo en cuanto a sus costos de mantenimiento y, al mismo tiempo, en el rendimiento diario de combustible. El análisis sobre el vehículo a adquirir no debe estar únicamente relacionado con la presencia o la máxima capacidad del vehículo, sino sobre aquellos usos que efectivamente le daremos al mismo a lo largo de toda su vida útil. También es importante estar seguro de que los usuarios de éste tipo de vehículos se encuentran debidamente capacitados para su conducción, incluyendo aspectos como el control de suspensión trasera sin carga o el manejo de la doble tracción. De no estar correctamente capacitados, accidentes o daños al vehículo pueden suceder con facilidad.
Los vehículos de tipo furgón han sido, en los últimos 20 a 30 años, uno de los grandes éxitos de las automotrices a nivel mundial. Su versatilidad le permite prestar servicios en distintos tipos de operaciones o faenas.
Su principal aplicación tiene que ver, en operaciones de transporte, con actividades de asistencia en ruta o incluso de movimiento de trabajadores y equipos entre diferentes lugares de operación. Especialmente, para el movimiento de algunos equipos que pueden ser de alto valor y que no queremos que queden expuestos en un pick-up, ya sea de un camión o de una camioneta, pues quedarían comprometidos a condiciones de clima adversas o incluso a hurtos. En ese sentido, este tipo de vehículos permite la protección de estos productos al ser transportados en un espacio cerrado.
Adicionalmente, éste tipo de vehículos permite generar, en su furgón de carga, configuraciones especiales para el movimiento de insumos o herramientas necesarias para la realización de los trabajos del personal que los utilice, como repisas internas o compartimentos aislados para documentación. En este sentido, genera una gran utilidad para personal de asistencia en ruta y, dependiendo del tipo de vehículos a atender, se pueden utilizar furgones de asistencia de mayor o menor tamaño. También es fuertemente utilizado en operaciones de distribución de productos de tipo paquetería, (de pequeño tamaño), tomando en cuenta su capacidad de adaptarse al tránsito urbano.
El motor de este tipo de vehículos permite un mayor ahorro en el consumo de combustible, puesto que son vehículos menores y que, adicionalmente, no cuentan con funcionalidades como la doble tracción o suspensión adaptada a terrenos difíciles, sino que son vehículos pensados para su utilización en rutas pavimentadas o sin mayor accidentabilidad, o de preferencia para su uso en sectores urbanos, dónde presentan su mejor rendimiento.
También alguna de las presentaciones de este tipo de vehículos permite el traslado de pasajeros, incluso hasta con 5 asientos y un confort mínimo para transportarlos en viajes cortos. Esto permite contar con una zona de carga cerrada y con otra zona de pasajeros. Habitualmente, la zona de pasajeros es removible, permitiendo establecer una mayor capacidad y dándole versatilidad al vehículo.
Finalmente, consideremos las opciones de adquisición del vehículo. En el caso en que cualquiera de los vehículos anteriormente comentados, vaya a tener un bajo o esporádico nivel de utilización, o que la empresa adquiriente del vehículo no tenga la capacidad de realizar su mantenimiento de una manera óptima, la mejor opción es el Leasing Operativo, delegando en el operador del leasing todos los aspectos de mantenimiento y garantía del vehículo. Si bien este tipo de leasing no permite la adquisición del vehículo al finalizar el contrato del mismo, si asegura por completo la disponibilidad del vehículo, entregando los aspectos técnicos de cuidado y reparación del mismo a empresas especializadas en ello. Este tipo de financiamiento permite evitar la carga financiera para la empresa, rebajar rápidamente el costo del vehículo en caso de que se requiera por dificultades del negocio y, por sobre todo, asegurar la disponibilidad del vehículo.
Para el caso de empresas de transporte o de operaciones logísticas en general, es habitual que cuenten con servicios de mantenimiento interno que le permiten asegurar un buen costo del mismo, a su vez, la incorporación del vehículo no está atado necesariamente a un negocio en particular, sino a una serie de operaciones diferentes que es necesario abarcar. Para este tipo de situaciones, el financiamiento a través del leasing financiero es una ventaja considerando que el vehículo puede ser adquirido al final del contrato de arrendamiento, utilizando su valor residual para la adquisición de un nuevo vehículo de soporte.
Finalmente, la compra directa sólo se recomienda cuando se cuenta con un flujo de dinero en efectivo que, en caso de depósito o inversión, asegure un rendimiento menor a la tasa de interés del leasing u otro método de financiamiento, sin embargo, considerando las tasas actuales de interés, es poco atractivo.



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