Las operaciones en terreno o en sectores
alejados de los centros habitacionales requieren un movimiento de personal que
permita contar con el recurso humano a tiempo, y en condiciones de descanso
óptimas. Para esto, los buses y minibuses cumplen un rol crítico a la hora de
movilizar al personal desde sus sectores de dormitorio hasta las faenas
operativas. Tanto en la ciudad como fuera de ella, analizaremos las
características que los convierten en un eslabón crítico de las operaciones en
terreno.
Al momento de movilizar trabajadores, el
costo de esta operación puede influir fuertemente en los costos totales de la
operación, por lo que la elección del servicio que se contratará para el
traslado de personal representa una definición crítica para una operación
aislada. Esta elección sin duda que se verá afectada principalmente por la
definición de internalizar la operación, es decir, realizar una inversión en
minibuses o buses y operarlos con personal propio, o en la elección de un
proveedor especializado en el movimiento de personal, que nos entregue un
servicio completo.
Esta primera definición, sin dudas, está
afectada por el tiempo que demorará el contrato de operación en la zona
aislada. Si el plazo de operación es corto, primará la opción de subcontratar
los servicios, buscando un proveedor que cuente con los vehículos necesarios
para el movimiento del personal durante este plazo. Un plazo corto se puede
establecer hasta 18 meses, ya que, tomando en cuenta los costos de adquisición
de un minibús, es posible recuperar la inversión en un plazo de 24 meses. En el
caso de que el proyecto tenga una duración mayor a los 24 meses, probablemente
se pueda definir la adquisición de vehículos para internalizar la operación,
operándola con personal propio.
Existen casos donde se instalan
operaciones permanentes, como Plantas de Producción o Centros de Distribución,
en los que el efecto sobre una parada de planta en cuanto a costos puede ser
extremadamente alto. En estos casos, se vuelve a la opción de un proveedor
externo que tenga la capacidad de reaccionar rápidamente ante contingencias y
entregando un alto nivel de servicio, asegurando la presencia del personal para
la continuidad operacional.
La selección del tipo de vehículo de
adquirir tendrá directa relación con la cantidad de personal a movilizar,
además de la geografía por la cual deberá movilizarse el vehículo. En muchos
casos es necesario tener una opción combinada de vehículos tipo minibús para la
recolección del personal en sectores de alta concentración, en los que los
tiempos de movilización de un vehículo mayor son muy altos, utilizando a estos
minibuses como un vehículo de acercamiento hacia las vías troncales, donde
pueden ser transbordados a un vehículo mayor que realice el traslado del
personal en el tramo más largo, reduciendo el costo de la operación.
Existen hoy en Santiago, algunas
operaciones que en lugar del minibús utilizan taxis para la recolección de
hasta 4 trabajadores para posteriormente acercarlos a las vías troncales, en
las que son transbordados a un bus de alta capacidad para el tramo más largo,
sin embargo, esta opción es, habitualmente, exponencialmente más cara que
operar con minibuses de capacidad de hasta 17 pasajeros. Incluso se debe tomar
en cuenta que el Ministerio de Transportes permite el transporte privado de
pasajeros con vehículos con un mínimo de 6 asientos, por lo que algunos
vehículos de tipo VAN pueden prestar este servicio a un costo menor que un
taxi.
También es factible la búsqueda de nodos
de fácil acceso para los trabajadores, como algunas estaciones intermodales de
metro (La Cisterna, Vespucio Norte, Vicuña Mackenna, por ejemplo), en las que
los buses de mayor tamaño puedan recogerlos en un horario estipulado, para
posteriormente realizar el traslado. En estos casos es crítica la coordinación
con los trabajadores, puesto que el retraso de alguno puede generar que el
resto no llegue a tiempo, en ese sentido se deben generar sistemas de premios y
castigos que aseguren el presentismo a tiempo de los trabajadores.
Para el caso en que los tramos de
acercamiento de los trabajadores no sean mayores a 50 kilómetros, y se cuente
con un número de trabajadores manejable, el uso de minibuses es muy recomendable
por sobre buses de mayor porte, tomando en cuenta que tienen un menor tiempo de
tránsito por su tamaño (Largo menor a 8 metros o incluso menos), y su
rendimiento general, tanto en combustible como neumáticos, además del resto de
las prestaciones.
En cuanto a las características técnicas
del vehículo, debe tomarse muy en cuenta lo establecido en el Decreto Supremo
80 del Ministerio de Transportes, incluyendo la antigüedad del vehículo, las
características de los asientos y pasillos, visibilidad hacia afuera y hacia el
interior del vehículo, el letrero con la descripción y empresa a la que está
prestando el servicio, entre otros. Se debe tomar en cuenta la licencia que
deberá portar el conductor del mismo (Clase A2 o A3 dependiendo el vehículo), así
como la prohibición de percibir dinero directo desde los pasajeros.
Otro punto muy importante, establecido
en este mismo Decreto, es el requisito de contar con un seguro para el personal
de conducción, cuyos montos están establecidos dentro de la legislación, además
del Seguro de Responsabilidad Civil para los pasajeros del mismo, cuya
cobertura podrá ser establecida por el Ministerio de Transportes, dependiendo
del número de pasajeros transportados.
Se debe tomar en cuenta, adicionalmente,
que cada vehículo que realice traslado privado de personal deberá contar con un
listado de los pasajeros que son movilizados en cada vehículo. Estos listados,
si bien son un cumplimiento de la legislación, pueden también ser muy útiles al
momento de gestionar el traslado del personal, verificando que el número de
pasajeros se mantiene constante con respecto al tamaño del bus contratado. Se
debe observar este aspecto principalmente en situaciones de vacaciones, donde
el número de trabajadores baja drásticamente, con el objetivo de no continuar
manteniendo un costo alto en términos de pasajero transportado. Una vez más
hacemos énfasis en la gran diferencia de costos existente entre un minibús con
respecto a un bus de gran porte.
Para finalizar, el principal objetivo de
contratar un servicio de traslado de pasajeros es contar con el personal
necesario para la operación, y muchas veces en búsqueda de ese objetivo se
pagan sobre costos, que pueden llegar a afectar los márgenes de rentabilidad de
una operación, y que, en muchos casos, permanecen ocultos para el personal a
cargo de la operación, pues el servicio es contratado por áreas de compras o
incluso por Recursos Humanos. Es importante hacer foco sobre este servicio,
buscando la opción óptima de contratación y ejecución del servicio.
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