Las Técnicas de Manejo Defensivo están
habitualmente identificadas sólo como un aspecto mayor de entrega de seguridad
a la operación de transporte; sin embargo, también a través de ellas podemos
generar una mayor eficiencia en la utilización del vehículo, tomando en cuenta
aspectos de rendimiento, mantenimiento y utilización de la flota en general.
Las técnicas de manejo defensivo son
ampliamente conocidas en el mercado del Transporte Carretero de Carga (TCC) en
Chile, sin embargo, su reconocimiento y su aplicación muchas veces se aplica
principalmente al movimiento de mercancías peligrosas o está específicamente a
un aspecto de seguridad, sin atender su relevancia para la mejora en el
rendimiento del vehículo, en las frecuencia y costos de mantenimiento, así como
también en lo que tiene que ver con aspectos administrativos o incluso en la
correcta planificación y utilización del vehículo.
Comencemos con la técnica básica de
manejo defensivo: estar 100% concentrado
en la Ruta, esto significa básicamente hacer una cosa a la vez: conducir,
ya que esto nos permite colocar el 100% de nuestra concentración en la
conducción. Al solicitarles estar 100% concentrados en la conducción, podemos
obtener de parte del conductor una mayor performance en la operación del
vehículo, controlando no solamente la ruta donde transita, sino también todos
los indicadores del vehículo. Adicionalmente, esta técnica lo aleja de cometer
otros errores como, por ejemplo, equivocar la dirección de entrega por leer la
Guía de Despacho mientras conduce.
La segunda técnica de manejo defensivo
habla de conducir utilizando los espejos,
esto permite al conductor advertir sobre los riesgos que presenta la ruta o el
resto de los vehículos para el suyo, no sólo delante, sino que también en los
costados o incluso detrás del vehículo. Esta técnica también es muy valiosa ya
que al conducir utilizando los espejos se puede evitar el movimiento lateral
del vehículo, lo que genera un ahorro importante en consumo de neumáticos.
Adicionalmente, al evitar las maniobras bruscas derivadas de otros
participantes en el tránsito, podemos generar un menor desgaste de suspensión,
frenos o motor.
Mirar
adelante y a lo lejos es otra de las técnicas de manejo defensivo.
Tomando en cuenta la altura sobre la que va ubicado el conductor en un vehículo
de carga mayor, éste tiene una visión de más largo alcance que los vehículos
menores, por lo que tiene un mayor tiempo para tomar una decisión sobre algún
accidente o situación de congestión en el tránsito lo que, a su vez, le permite
realizar esta maniobra de manera más suave, generando un menor desgaste en el
vehículo. Adicionalmente, el conductor profesional, justamente por ser
profesional, tiene una responsabilidad mayor en la protección de los vehículos
menores en el tránsito, por lo que al realizar su maniobra puede advertir al
resto de los vehículos menores sobre la misma, evitando situaciones a su
alrededor que lo pongan en riesgo.
En particular para el cuidado de los frenos
del vehículo, así como para lograr mantener el motor del vehículo en un
determinado nivel de RPM (Revoluciones por Minuto) que asegure el mejor
rendimiento de combustible, la regla del Seguimiento
a Distancia es una de las que más aporta. Esta regla es especialmente
importante considerando que la distancia que pongamos entre el vehículo
antecedente y el nuestro, será el equivalente al tiempo que tengamos para
reaccionar y, por ende, para aplicar todas las herramientas del vehículo para
ejercer una maniobra defensiva. A mayor distancia, tendremos mayor tiempo de
reacción, y con un mayor tiempo de reacción podremos realizar una maniobra
menos brusca. Hay diferentes criterios para esta técnica, existen empresas que
establecen 5 segundos, otros 10 segundos y otras incluso más. También es
importante para esto la velocidad máxima que se establezca como regla, cuanto
menor es la velocidad de tránsito, a un mismo rango de tiempo le corresponderá
una mayor distancia de frenado. Es muy importante para el rendimiento del
vehículo que el conductor pueda mantener durante el mayor tiempo posible un uso
estándar del vehículo, lo que se denomina velocidad crucero, en el que el motor
y todo el vehículo en general funciona en su peak de rendimiento, reduciendo el
consumo de combustible y desgastando de la menor manera posible todas las
piezas, partes e insumos que tiene incorporado.
En prácticamente toda Lista de Chequeo
utilizada en una operación de transporte existe la revisión del funcionamiento
de las luces del vehículo, tanto las de posición, frenado, giro o retroceso,
cumplen un rol fundamental en la seguridad: hacerse visible. Especialmente en rutas bidireccionales, las luces
frontales, también conocidas como luces bajas, cumplen un rol fundamental para
que los vehículos que circulan en sentido contrario puedan visibilizarnos, de
forma de evitar un accidente frontal. El correcto mantenimiento de las luces
del vehículo permitirá en la noche que un conductor de un vehículo que intenta
sobrepasarnos pueda observar y medir su maniobra de sobrepaso, sobre todo
considerando el largo del vehículo de carga, para esto sirven las luces laterales.
Adaptarse
a las condiciones de la carretera nos permitirá utilizar mejor nuestro
vehículo. Así como en otras industrias o maquinarias, los vehículos de carga
tienen herramientas que permiten optimizar su rendimiento en diferentes
condiciones. Así, podemos adecuar las RPM del motor del vehículo, o rebajar una
marcha en la caja de cambios, que permita que el vehículo traccione de mejor
manera en condiciones de lluvia o de mucha humedad sobre la ruta; esto no sólo
nos ayudará con la seguridad en el tránsito en una condición compleja, sino que
también permitirá que el motor del vehículo mantenga un rendimiento de
combustible aceptable, al transmitir correctamente su potencia al piso.
Recordemos que cuando un vehículo patina no sólo es peligroso, sino que también
es un desperdicio.
La última regla de conducción a la
defensiva es quizá la más obvia, pero justamente por eso, muchas veces es
pasada por encima o no respetada. Mantenerse
Alerta durante toda la conducción debe ser una norma a respetar por cada conductor,
de cualquier tipo de vehículo, en cualquier condición y todo el tiempo, sin
embargo, gran parte del tiempo no sólo no respetamos esta regla, sino que, al
contrario ocupamos otra regla en la que creemos que podemos conducir y realizar
otras acciones al mismo tiempo, distrayéndonos de la atención sobre la ruta.
Cuando hablamos de mantenernos alerta no sólo estamos hablando de mantener la
concentración, sino que tiene que ver con tener la capacidad de advertir los
riesgos para nuestro vehículo y para el resto del tránsito, teniendo
constantemente en la mente una salida a estas situaciones. Mantenerse Alerta
significa no conducir con somnolencia o con fatiga, respetar nuestro ciclo
circadiano de manera de no conducir en las horas de sueño más profundo, y
significa también realizar los descansos en los lugares y momentos adecuados.
En este sentido, el aprovechamiento de la jornada del conductor será mucho
mayor si éste efectivamente conduce alerta, ya que probablemente será mayor el
número de kilómetros que recorrerá al mantenerse alerta, y al realizar los
descansos en lugares adecuados, también significa para nosotros tener la
posibilidad de brindarle una alimentación que nos permita preocuparnos de su
dieta y su correcto descanso, mejorando su condición de salud, y evitando de
esa manera su salida de disponibilidad por licencias médicas.
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